Por Sara Más
Todavía en La Habana no se vende ni se presenta, pero al menos han llegado noticias, por varias vías, del libro Viajeras a La Habana, de las españolas Isabel Segura y Pilar Aymerich, que recrea el paso de cuatro españolas, en diversas épocas, por la capital de la isla caribeña.
Las últimas nuevas las trajo la periodista catalana Tona Gusi, de la Red internacional de periodistas con visión de género y coordinadora de la red de Catraluña, al Octavo Encuentro Iberoamericano de Género y Comunicación, donde mostró un ejemplar y anunció el deseo de las autoras de poder presentarlo ellas mismas en La habana.
Con una excelente factura, el libro les sigue el rastro a cuatro mujeres españolas que, por diversos motivos, vivieron, amaron y caminaron por La Habana en disímiles momentos. Junto al relato de sus vidas --que tan bien va tejiendo la escritora Isabel Segura--, se cruzan las imágenes de la ciudad, captadas por el lente de Pilar Aymerich.
El resultado es un viaje renovado por La Habana actual, las vidas de la infanta Eulalia de Borbón y las escritoras Zenobia Camprubí, María Zambrano y María Teresa León, y por los sentimientos, vivencias y sensaciones que vivieron en esta ciudad. Como se afirma en el propio texto, “todas ellas tuvieron el detalle de dejarnos por escrito algunos fragmentos, algunos de sus itinerarios por la ciudad, en forma de memorias, autobiografías, cartas y ensayos”, que sirvieron de guía e inspiración a las autoras.
La infanta fue la primera representante de la corona que visitó la isla en tiempos de la colonia, en 1893, y en sus memorias y las cartas que escribiera a su madre, la reina Isabel II, ofrece “una versión en nada convencional” –según las autoras-- de su visita a la isla.
Zenobia Camprubí, escritora y traductora, se exilió a Cuba durante la guerra civil española, con su marido Juan Ramón Jiménez, y residió por tres años en la isla. En tanto, la filósofa María Zambrano entró a La Habana en diversas ocasiones y circunstancias, en las décadas del 30,40 y 50, y mantuvo una destacada participación en el mundo cultural cubano.
Finalmente, el recorrido culmina con María Teresa León, quien viajó a la capital caribeña con su marido, Rafael Alberti, a principios de la década del 30, y volvió 25 años después.
“Queríamos ver y adentrarnos en los lugares donde estas mujeres residieron, dieron conferencias o cursos, los que visitaron y amaron, aquellos sitios que inspiraron sus creaciones, ahora ocupados por esa diversa, atractiva y sugerente amalgama de gentes oque hoy transita por la ciudad”, declaran en el texto Segura y Aymerich.
En este libro están las huellas que aquellas cuatro españolas prodigaron, hace ya muchos años, a la capital cubana. Y también las que La Habana les dejó y que ahora, después de este encuentro, donde Tona nos trajo y mostró un ejemplar, más lectoras esperan con ansias en esta parte del mundo.
Todavía en La Habana no se vende ni se presenta, pero al menos han llegado noticias, por varias vías, del libro Viajeras a La Habana, de las españolas Isabel Segura y Pilar Aymerich, que recrea el paso de cuatro españolas, en diversas épocas, por la capital de la isla caribeña.
Las últimas nuevas las trajo la periodista catalana Tona Gusi, de la Red internacional de periodistas con visión de género y coordinadora de la red de Catraluña, al Octavo Encuentro Iberoamericano de Género y Comunicación, donde mostró un ejemplar y anunció el deseo de las autoras de poder presentarlo ellas mismas en La habana.
Con una excelente factura, el libro les sigue el rastro a cuatro mujeres españolas que, por diversos motivos, vivieron, amaron y caminaron por La Habana en disímiles momentos. Junto al relato de sus vidas --que tan bien va tejiendo la escritora Isabel Segura--, se cruzan las imágenes de la ciudad, captadas por el lente de Pilar Aymerich.
El resultado es un viaje renovado por La Habana actual, las vidas de la infanta Eulalia de Borbón y las escritoras Zenobia Camprubí, María Zambrano y María Teresa León, y por los sentimientos, vivencias y sensaciones que vivieron en esta ciudad. Como se afirma en el propio texto, “todas ellas tuvieron el detalle de dejarnos por escrito algunos fragmentos, algunos de sus itinerarios por la ciudad, en forma de memorias, autobiografías, cartas y ensayos”, que sirvieron de guía e inspiración a las autoras.
La infanta fue la primera representante de la corona que visitó la isla en tiempos de la colonia, en 1893, y en sus memorias y las cartas que escribiera a su madre, la reina Isabel II, ofrece “una versión en nada convencional” –según las autoras-- de su visita a la isla.
Zenobia Camprubí, escritora y traductora, se exilió a Cuba durante la guerra civil española, con su marido Juan Ramón Jiménez, y residió por tres años en la isla. En tanto, la filósofa María Zambrano entró a La Habana en diversas ocasiones y circunstancias, en las décadas del 30,40 y 50, y mantuvo una destacada participación en el mundo cultural cubano.
Finalmente, el recorrido culmina con María Teresa León, quien viajó a la capital caribeña con su marido, Rafael Alberti, a principios de la década del 30, y volvió 25 años después.
“Queríamos ver y adentrarnos en los lugares donde estas mujeres residieron, dieron conferencias o cursos, los que visitaron y amaron, aquellos sitios que inspiraron sus creaciones, ahora ocupados por esa diversa, atractiva y sugerente amalgama de gentes oque hoy transita por la ciudad”, declaran en el texto Segura y Aymerich.
En este libro están las huellas que aquellas cuatro españolas prodigaron, hace ya muchos años, a la capital cubana. Y también las que La Habana les dejó y que ahora, después de este encuentro, donde Tona nos trajo y mostró un ejemplar, más lectoras esperan con ansias en esta parte del mundo.
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