Entrevista a Lidia Jiménez, Comité de América Latina y el Caribe para la Defensa de los Derechos Humanos de las Mujeres.
Por Maria Cobos (Amecopress)
Es una mujer de formación jurídica, docente universitaria y notaria en Paraguay. Su implicación en la defensa de los derechos de la mujer la lleva a investigar sobre la participación política de la mujer latinoamericana y a ser fundadora de un organismo que presta servicios a mujeres que sufren de violencia machista.
Ha venido a España para hablar sobre participación política de las mujeres, invitada por la campaña “Muévete por la Igualdad. Es de justicia” promovida por Ayuda en Acción, InteRed y Entreculturas.
¿Cómo considera que está la participación política de las mujeres en Latinoamérica?
Es muy pobre. A pesar de que la Constitución, las leyes y las convenciones hablan de la igualdad y de la no discriminación, todavía no se da cumplimiento a esas normas. La participación política de la mujer en los cargos de decisión, no sólo es muy pobre sino que son las mujeres políticas las que no tienen visión de género. Así, es muy difícil conseguir leyes que se hagan en favor de la mujeres: leyes de igualdad, leyes de no discriminación, leyes sobre su salud sexual y reproductiva, leyes contra la violencia en la mujer. Necesitamos, no sólo mujeres, sino también, hombres que tengan poder y trabajen a favor de la igualdad.
¿Cree que la situación de la mujer latinoamericana y su participación en el mundo de la política se resuelve con legislación y cambiando las leyes de los gobiernos?
Está visto que la legislación sola no ayuda. Se tiene que hacer, al mismo tiempo, un trabajo de la sociedad civil, de hombres y mujeres. Es la única forma de exigir el cumplimiento de las normativas; de lo contrario todo se queda en los papeles, en leyes formales que nada tienen que ver con la realidad.
Las organizaciones y movimientos de mujeres necesitan hacer un debate profundo con los hombres de que las mujeres no están en contra de ellos, sólo queremos un respeto a los derechos humanos de las mujeres. Creo y tengo la esperanza de que ellos se van a dar cuenta en Latinoamérica de que no es la “guerra de los Rose”, si no de que es un derecho que tenemos todas las mujeres.
¿Participa en política?
No participo en la política partidaria, ni tampoco en el ámbito político del estado paraguayo. Soy una persona que está observando, leyendo, trabajando por los derechos humanos de las personas y especialmente de las mujeres.
¿Tiene constancia de que alguien de su entorno se haya topado con el mencionado techo de cristal?
Le voy a contar un caso. En las últimas elecciones de mi país, el partido “Colorado” que estuvo 60 años en el poder, creyó que con una candidata presidencial seguiría en el poder. Realmente no cuajo, cayó el partido y la mujer propuesta se “quemó”. Tenía un buen perfil, pero no era política. Por otra parte, en el poder judicial las mujeres lo tienen muy difícil para el acceso a los cargos de decisión. Tenemos que seguir empujando y tratar de “vender” que las mujeres somos tan capaces, e incluso mucho más que los hombres. A ellos no se les obliga a ser “capaces” para ocupar un cargo político, cosa que sí se obliga a las mujeres y ese es un problema muy grave.
¿Piensa que las redes y los movimientos de mujeres pueden hacer incidencia para una mayor participación política de las mujeres?
Yo no lo veo. Por lo que yo sé de Paraguay y de Latinoamérica los movimientos de mujeres no están en la lucha política. Sí, están empujando desde atrás, de alguna manera; pero no en el sentido de armar un movimiento y presentar una candidata.
No hay un movimiento de mujeres para el acceso a los cargos de decisión porque las políticas no tienen capacidad de aglutinarse todavía. Por eso es importante trabajar con ellas para que tomen conciencia de género y digan “nosotras queremos el poder para hacer cosas, y vamos a hacerlas si accedemos al poder”.
Se ha criticado a la presidenta chilena, Michelle Bachelet, gran esperanza para la igualdad de las mujeres en Chile, de no haber hecho nada por ellas.
No estoy de acuerdo. Bachelet sola no puede hacer todo el cambio. Forma parte de un sistema y una estructura patriarcal, algo va a hacer. Yo recuerdo que Felipe González dijo una vez “somos socialistas”, el gobierno es socialista, pero el estado no es socialista. ¿Cómo vas hacer el cambio?.
Desde el punto de vista jurídico hay tres poderes del estado en todos los países latinoamericanos: el legislativo, judicial y ejecutivo. Habría que preguntarse ¿el poder legislativo, está compuesto por una mayoría que apoya a Bachelet?, ¿todos los legisladores que apoyan a Bachelet, tienen conciencia de género, quieren la igualdad de género?, No, la respuesta es no.
La transformación viene por el sistema educativo porque somos producto de un proceso de socialización y donde más fuerte se da ese proceso es en la familia y después en la escuela y en la educación primaria.
¿Qué países latinoamericanos están en la avanzadilla de la participación política de la mujer?
En Argentina, por ejemplo, no llegaron a la paridad, pero están mejor que en Paraguay porque tienen algo más del 30% de inclusión de mujeres en el parlamento. Tienen ministras y una presidenta, que no se puede decir que sea feminista.
Sí, tenemos avances, no podemos decir que haya retrocesos.
Ha venido a España para hablar sobre participación política de las mujeres, invitada por la campaña “Muévete por la Igualdad. Es de justicia” promovida por Ayuda en Acción, InteRed y Entreculturas.
¿Cómo considera que está la participación política de las mujeres en Latinoamérica?
Es muy pobre. A pesar de que la Constitución, las leyes y las convenciones hablan de la igualdad y de la no discriminación, todavía no se da cumplimiento a esas normas. La participación política de la mujer en los cargos de decisión, no sólo es muy pobre sino que son las mujeres políticas las que no tienen visión de género. Así, es muy difícil conseguir leyes que se hagan en favor de la mujeres: leyes de igualdad, leyes de no discriminación, leyes sobre su salud sexual y reproductiva, leyes contra la violencia en la mujer. Necesitamos, no sólo mujeres, sino también, hombres que tengan poder y trabajen a favor de la igualdad.
¿Cree que la situación de la mujer latinoamericana y su participación en el mundo de la política se resuelve con legislación y cambiando las leyes de los gobiernos?
Está visto que la legislación sola no ayuda. Se tiene que hacer, al mismo tiempo, un trabajo de la sociedad civil, de hombres y mujeres. Es la única forma de exigir el cumplimiento de las normativas; de lo contrario todo se queda en los papeles, en leyes formales que nada tienen que ver con la realidad.
Las organizaciones y movimientos de mujeres necesitan hacer un debate profundo con los hombres de que las mujeres no están en contra de ellos, sólo queremos un respeto a los derechos humanos de las mujeres. Creo y tengo la esperanza de que ellos se van a dar cuenta en Latinoamérica de que no es la “guerra de los Rose”, si no de que es un derecho que tenemos todas las mujeres.
¿Participa en política?
No participo en la política partidaria, ni tampoco en el ámbito político del estado paraguayo. Soy una persona que está observando, leyendo, trabajando por los derechos humanos de las personas y especialmente de las mujeres.
¿Tiene constancia de que alguien de su entorno se haya topado con el mencionado techo de cristal?
Le voy a contar un caso. En las últimas elecciones de mi país, el partido “Colorado” que estuvo 60 años en el poder, creyó que con una candidata presidencial seguiría en el poder. Realmente no cuajo, cayó el partido y la mujer propuesta se “quemó”. Tenía un buen perfil, pero no era política. Por otra parte, en el poder judicial las mujeres lo tienen muy difícil para el acceso a los cargos de decisión. Tenemos que seguir empujando y tratar de “vender” que las mujeres somos tan capaces, e incluso mucho más que los hombres. A ellos no se les obliga a ser “capaces” para ocupar un cargo político, cosa que sí se obliga a las mujeres y ese es un problema muy grave.
¿Piensa que las redes y los movimientos de mujeres pueden hacer incidencia para una mayor participación política de las mujeres?
Yo no lo veo. Por lo que yo sé de Paraguay y de Latinoamérica los movimientos de mujeres no están en la lucha política. Sí, están empujando desde atrás, de alguna manera; pero no en el sentido de armar un movimiento y presentar una candidata.
No hay un movimiento de mujeres para el acceso a los cargos de decisión porque las políticas no tienen capacidad de aglutinarse todavía. Por eso es importante trabajar con ellas para que tomen conciencia de género y digan “nosotras queremos el poder para hacer cosas, y vamos a hacerlas si accedemos al poder”.
Se ha criticado a la presidenta chilena, Michelle Bachelet, gran esperanza para la igualdad de las mujeres en Chile, de no haber hecho nada por ellas.
No estoy de acuerdo. Bachelet sola no puede hacer todo el cambio. Forma parte de un sistema y una estructura patriarcal, algo va a hacer. Yo recuerdo que Felipe González dijo una vez “somos socialistas”, el gobierno es socialista, pero el estado no es socialista. ¿Cómo vas hacer el cambio?.
Desde el punto de vista jurídico hay tres poderes del estado en todos los países latinoamericanos: el legislativo, judicial y ejecutivo. Habría que preguntarse ¿el poder legislativo, está compuesto por una mayoría que apoya a Bachelet?, ¿todos los legisladores que apoyan a Bachelet, tienen conciencia de género, quieren la igualdad de género?, No, la respuesta es no.
La transformación viene por el sistema educativo porque somos producto de un proceso de socialización y donde más fuerte se da ese proceso es en la familia y después en la escuela y en la educación primaria.
¿Qué países latinoamericanos están en la avanzadilla de la participación política de la mujer?
En Argentina, por ejemplo, no llegaron a la paridad, pero están mejor que en Paraguay porque tienen algo más del 30% de inclusión de mujeres en el parlamento. Tienen ministras y una presidenta, que no se puede decir que sea feminista.
Sí, tenemos avances, no podemos decir que haya retrocesos.
Fuente: http://www.amecopress.net/spip.php?article1777
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