lunes, 15 de diciembre de 2008

Guatemala-Barcelona. Sobre las Violencias contra las mujeres en tiempo de paz (2)

Guatemala estrena Ley contra el femicidio

Por Lídia Vilalta
Para la XIDPIC-CAT-RIPVG

Norma Cruz, militante e investigadora sobre Derechos Humanos (DDHH) y Derecho Internacional Humanitario (DIH), pero ’feminista al caminar, no de la Academia, según sus propias palabras, estuvo en Barcelona a principios de noviembre. Participó en unas Jornadas que, en el marco del 60 Aniversario de la Declaración Universal de los DDHH, la ONG Cooperacció organizó para debatir acerca de la situación de las mujeres y las relaciones Norte Sur, con distintas invitadas de América Latina y Europa.

Norma Cruz es, además, la impulsora de la organización guatemalteca Sobrevivientes que salió a la luz pública como Fundación a finales de 2006 (http://www.sobrevivientes.org/), después de una larga, solitaria y clandestina andadura, iniciada personalmente en 1999, con la lucha por conseguir justicia para el caso de su propia hija, Claudia María, que fue víctima de violencia sexual. Ellas dos rompieron ese silencio cómplice en su país, mucho antes que empezara a salir a la luz pública esa cruda realidad guatemalteca, que se ha mantenido en la sombra largo tiempo.

2005 fue el año en que esas brutalidades explotaron ante toda la sociedad. Se hicieron públicos el estudio elaborado por la diputada Alba Estela Maldonado: Feminicidio en Guatemala. Crímenes contra la humanidad y el informe de Amnistía Internacional:

Ni protección ni Justicia. También visitaron el país las responsables de los temas de género de la Organización de Estados Americanos (OEA), Susana Villarán, y Yakin Ertürk, la Relatora Especial de la ONU sobre violencia contra la mujer. A su vez, la antropóloga y entonces diputada mexicana Marcela Lagarde, fue en varias ocasiones al país y denunció que ‘en el feminicidio concurren de manera criminal el silencio por omisión o por negligencia, y la colusión de las autoridades’. (En definitiva, estaba definiendo la impunidad. Los argumentos ‘oficiales’ en esa época mencionaban que las asesinadas ‘eran prostitutas, mareras, -de los grupos de maras- o pertenecientes al crimen organizado –por ser novias de los narcotraficantes de poca monta. Cualquier excusa servía para que las autoridades guatemaltecas cerraran los casos sin investigar).

‘La Relatora -Yakin Ertürk-encontró un panorama desolador’, nos explicaba en Barcelona Norma Cruz. ‘Y sus recomendaciones, son todavía motivo de lucha para nosotras’. (Ver texto 3 de esta serie). Porque los 36 años de conflicto, proseguía, ‘invisibilizaron la violencia contra la mujer, por el genocidio contra los indígenas’, pero ‘la mujer, ya era un blanco a eliminar’ en la guerra contrainsurgente porque ‘paría futuros guerrilleros’ indicó. (Algunas refugiadas en México, que huyeron de la política de tierra arrasada en los 80 del general Rios Montt, -una década después, presidente del Congreso de Guatemala¡¡¡- me explicaban los horrores que hacían con las mujeres embarazadas de esas aldeas diezmadas: las rajaban y aplastaban contra la pared a los fetos).

El derecho a una vida sin temor, ni miedo

En Guatemala, pese a que tenemos una Ley contra la Violencia Intrafamiliar proseguía Norma Cruz, ‘se actúa todavía con parámetros de guerra: torturas, tiros de gracia y mutilaciones’... Y existe una gran impunidad por la pervivencia de ese sistema de exterminio. Eso significa, continuaba, que hay ‘deficiencias: en las investigaciones, en el proceso y en la protección de los testigos y dinámicas de silencio, como ya lo denunciaba Marcela Lagarde.

La exigencia de las mujeres por el derecho a disfrutar de una vida sin temor, ni miedo y, gracias al Diálogo interparlamentario México-Guatemala-Unión Europea, impulsado precisamente desde ese año 2005, se ha podido aprobar este pasado mes de mayo el Decreto 22-2008 o Ley contra el femicidio y otras formas de violencia contra la mujer. Esta nueva normativa recoge la Convención Interamericana de Belem do Parà (para prevenir, sancionar y erradicar la violencia contra la mujer), que incluye la muerte, el daño físico, sexual y psicológico o el sufrimiento contra la mujer, público o privado.

Lo hemos denominado femicidio, explicó Norma Cruz, porque no queríamos discutir terminologías, sino concretar lo fundamental en el contenido de la Ley. Así, entre las definiciones de violencia contra la mujer se incluye el feminicidio, la misoginia, las relaciones de poder discriminatorias, la violencia económica, física, psicológica o emocional y la sexual... Y resaltó, sobretodo, que en el Artículo 6 se ha tipificado muy claramente qué constituye delito de femicidio, que será sancionado con penas de 25 a 50 años de prisión.Otro de los elementos positivos que subrayó Norma Cruz fue el Artículo 9 sobre la Prohibición de Causales de Justificación. Es decir, ‘no podrán invocarse costumbres o tradiciones culturales o religiosas como causal de justificación o de exculpación para perpetrar, infligir, consentir, promover, instigar o tolerar la violencia contra la mujer’.

Romper el silencio y acabar con la impunidad

Estos dos enunciados, además de la ‘responsabilidad universal’ constituyen los tres retos de la publicación Feminicidio: De México a Lima, un resumen del Informe sobre los Asesinatos de mujeres en América Central y México y el papel de la Unión Europea,
(http://www.europarl.europa.eu/sidesSearch/search.do%20type=REPORT&language=ES&term=6&author=28409), elaborado por la Comisión de la UE que impulsa ese diálogo interparlamentario que mencionaba Norma Cruz.

El diputado catalán, Raül Romeva, vicepresidente de la Delegación para las relaciones con los países de la Europa Central y también vicepresidente de la Comisión de los Derechos de la Mujer e Igualdad de Género de la Unión Europea, es uno de los impulsores de la iniciativa. Romeva participó en la misma mesa del debate y afirmó que la Violencia contra la Mujer es una realidad que existe por tres motivos:

1. por la cultura patriarcal y machista, que está muy generalizada,
2. porque la violencia tiene una dimensión estructural que lo facilita y
3. porque la impunidad lo permite. La Ley no hace todo lo que debiera para romper ese marco: el 97/99% de los crímenes quedan impunes, tanto en México como en Guatemala, afirmó.

Y trabajamos en México y Centroamérica, también por 3 razones, explicaba Romeva:

1. porque en México y Guatemala se puso la conceptualización -Marcela Lagarde- y no es un problema genético, sino que hay que definirlo con leyes y gobernación
2. porque se deben reformar los sistemas de Justicia e investigación. Hay manipulación, mala gestión y mala praxis de los policías, subrayaba, y
3. porque hay que dar acompañamiento y reparación a las víctimas.

¿Qué viene a hacer usted aquí, me dicen siempre los Gobiernos, cuando visito México y Centroamérica, -mencionaba Romeva-, con la cantidad de muertes que tiene en su país?. Sencillamente, les contesto 'nosotros no tenemos impunidad: los enviamos a todos a los Juzgados’, subrayó.El diputado acabó su intervención anunciando que están haciendo una campaña para tener en el Parlamento Europeo una ‘Enviada Especial para la Violencia contra las Mujeres’.

Publicado por Lídia Vilalta en
http://clarianacomunicacion.blogspot.com

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